voces de alegría

La taza de café La taza de café espera tranquila que me despierte para empezar el día. La habitación se llena con su agradable   aroma en la ventana el sol prudente Coqueto se asoma. La taza de café aguarda en silencio animada abro   los ojos  y la miro emocionada. La tomo entre mis   manos Por un breve momento cual polluelos sin plumas feliz   las caliento. Contemplo  los colores  Sin prisa de la taza, que uno de mis amores trajo al lado de mi cama. Me doy cuenta que ese café no solo reanima mi alma, también me hace sentir que alguien de verdad me ama.   Entonces con una sonrisa y el corazón lleno de alegría me levanto renovada  lista para comenzar el día.                                                                                                  Claudia Elvira Falcón Villarreal

Los Zapatos Negros   Los zapatos negros   de extraño tacón,   yacen tirados muy cerca del rincón. De tanto caminar los veo cansados de tanto pasear un poco gastados. En silencio al verlos me pongo a pensar, que cosas vivirían ese hermoso par. Seguro estuvieron en pisos brillantes de precioso mármol de esos elegantes. Mas sigo observando empiezo a imaginar que por lugares difíciles debieron andar. Tal vez   pasaron días tormentosos pisando en el lodo en momentos lluviosos. Cuanto habrán pasado este hermoso par que a pesar de todo brillan sin parar. Así es en la vida nuestro caminar días de alfombra roja y otros de penar. Como a estos zapatos nos toca pasar momentos difíciles y hasta tropezar. Por eso cuando es posible hay que caminar seguros, fuertes y sin titubear. Que si hay mucho lodo... es mejor   rodear que si hay alfombra... pues aprovechar. En cada momento se debe pensar si arriesgar los zapatos o los debemo

Cuando naciste. Esperando en la soledad de la noche silenciosa las horas se caen de sueño en una brisa nerviosa. Sentados en el auto sin ganas de hablar nos quedamos inmóviles dándonos tiempo a pensar. Vemos alrededor el silencio es total todo el mundo duerme momento de paz mental. Pienso... es la hora perfecta para los amantes y ladrones pero no  asoman la cabeza hay calma en los corazones . También los perros duermen a ninguno se escucha ladrar las 4:30, la calle desierta solo se escucha nuestro respirar. Cuanta desolación se percibe se ven sombras en la calle observamos lentamente los arboles a detalle. Que tranquilos se mecen sin que nadie los moleste seguimos esperando  sin que ninguna proteste. Al igual que las sombras en inoportuno momento los ojos sin querer se cierran tras un largo lamento. Transcurre el tiempo sin tiempo una voz nos despierta saltamos como  conejos los ojos grandes y el oído alerta. De pronto el silencio de la